Hoy tenía un email sobre la polémica que más me ha hecho reír en 2022.
Pero vamos a dejarla para otro día, porque he visto una noticia esta semana que merece la pena analizar.
Es un ejemplo perfecto para explicar los sesgos inconscientes de género que nos llevan a perpetuar la desigualdad.
O lo que es lo mismo: el machismo inconsciente.
El titular que ha hecho que me sangren los ojos es este:
”La Orquesta Filarmónica de Viena cree que aún no es el momento de que una mujer dirija el Concierto de Año Nuevo”
Y en la noticia, las declaraciones del presidente de la Filarmónica, Daniel Froschauer, asegurando que una mujer dirigirá el Concierto de Año Nuevo "cuando llegue el momento", y afirmando que hace falta mucha experiencia para afrontar este reto.
Pero además, el director de orquesta Franz Welser-Möst, que dirigió el Concierto de Año Nuevo por tercera vez, apoyó las declaraciones diciendo que «es lo más difícil que puede hacer un director de orquesta».
Cuando le preguntaron si eso significa que considera que no hay ninguna directora con experiencia suficiente para aguantar la presión, Welser-Möst contestó: «Ya has tenido tu respuesta».
Y continúa diciendo: «Hace falta que se desarrolle una relación entre esta orquesta única y el director, que se entiendan mutuamente, antes de ir a este realmente difícil concierto. No es un tema político, es un tema artístico»
Vamos a analizar por qué es sexista esto que dicen.
Aunque a ti posiblemente te duela la tripa al leer estas declaraciones, seguramente Daniel Froschauer y Franz Welser-Möst no se dan ni cuenta de que son unos machistas de tomo y lomo.
Ellos se declaran machistas ante el mundo y se quedan tan anchos porque creen de verdad, que no hay mujeres con tal experiencia capaces de soportar esa presión.
Estas palabras me han molestado especialmente por la repercusión.
El Concierto de Año Nuevo de la Orquesta Filarmónica de Viena es retransmitido el 1 de enero en todo el mundo.
Y después de esas desafortunadas declaraciones, mucha gente se quedará con la idea de que tal vez es demasiado pronto, de que no hay que correr y poner a mujeres que no sean “capaces” dirigiendo orquestas.
Ahora te explico por qué es un error pensar esto.
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En primer lugar, la Orquesta Filarmónica de Viena no permitió mujeres hasta 1997.
1997, ahí es nada.
Antes de esa fecha, algunas mujeres tocaron en la orquesta, pero no eran miembras de pleno derecho, y actualmente apenas un 10% de sus integrantes son mujeres.
Hasta 2005, ninguna mujer ha dirigido la Orquesta.
Pero, ¿por qué no hay más mujeres?
¿Es muy difícil para nosotras? ¿Somos más torpes?
¿Por qué solo ha conseguido entrar el 10% de mujeres en una de las mejores orquestas del mundo?
Verás.
Las personas no somos objetivas, tenemos prejuicios inconscientes que determinan nuestras decisiones.
Hay un famoso estudio de la Universidad de Yale conocido como el efecto Jennifer-Johnn que demuestra que nuestras decisiones no son imparciales.
Ya te hablé del estudio en profundidad aquí.
Sin darnos cuenta, percibimos a los hombres como más capaces. Se llama sesgo o prejuicio inconsciente de género.
Machismo inconsciente, en definitiva.
Para evitar estos sesgos a la hora de seleccionar músicos en una orquesta, hay una forma muy sencilla: las audiciones a ciegas.
En estas audiciones, se evalúa a las personas que quieren entrar detrás de un biombo para evitar que los prejuicios sexistas o racistas influyan en la decisión.
Y así se juzga de forma imparcial.
Bien.
La Filarmónica de Viena: un nido de señoros
Es importante que sepas que la Orquesta Filarmónica de Viena ha rechazado realizar este tipo de audiciones a ciegas.
Eso explica por qué no hay más mujeres en la orquesta.
Y si no dejan entrar a más mujeres, es difícil que consigan la experiencia que se necesita para soportar la presión de dirigir el Concierto de Año Nuevo.
En 1952, la Orquesta Sinfónica de Boston comenzó a realizar audiciones a ciegas.
En los años 70, otras orquestas empezaron también a utilizar este tipo de audiciones.
En los 90, muchas de estas orquestas ya habían visto crecer su proporción de mujeres.
La Filarmónica de Nueva York, por ejemplo, alcanzó un 35% de intérpretes femeninas en 1997, lo que suponía un cambio drástico tras décadas sin una sola mujer.
1997, el año en que la Filarmónica de Viena admitió a la primera mujer con pleno derecho.
Un estudio de 8 orquestas importantes demostró que un 30% de las nuevas contrataciones de mujeres era atribuible a las audiciones a ciegas.
Para que tengas otra referencia, en las principales orquestas españolas, hay un 33% de mujeres, según este estudio.
En la Orquesta Filarmónica de Viena, repito: 10%.
Así que desde aquí le digo a Welser-Möst que definitivamente SÍ es una decisión política admitir mujeres en la orquesta o elegirlas para ser directoras.
Si fuera una decisión artística como dice él, las audiciones serían a ciegas.
Y eso demuestra también que los señores Welser-Möst y Froschauer no son señores, sino señoros.
¿Qué es un señoro? Un señoro es un señor machista.
Y parece que la Filarmónica de Viena está plagada de señoros.
Porque piénsalo, tomar la decisión de no hacer audiciones a ciegas cuando ha quedado ampliamente demostrado en el mundo de la música que evita la discriminación de género…
Esa decisión ya no es tan inconsciente, ¿no te parece?
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Creo que la meritocracia es la menos mala de las formas de valorar una persona respecto a una habilidad. Conozco lo del experimento de las audiciones a ciegas y hace que la selección se concentre en la habilidad, eliminando factores como el genero, el aspecto físico, la edad o la raza.
Es evidente por la información que aportas que al menos en la de Viena no solo se mira el merito y evidentemente parece una injusticia.
Sobre los porcentajes se precisarían mas datos para saber si la situación actual tiene visos de ser justa o no, en la de Nueva York de 35%, juzgar si esta bien o mal, pues habría que saber cuantas personas de las que estudian música son hombres o mujeres, como se desarrollan los procesos de selección y demás.
Lo importante, acabar con los sesgos de genero, edad, aspecto físico, raza, etc. y si los encargados de realizar la selección en un hospital, una empresa o una orquesta no son capaces de hacerlo de una manera razonablemente imparcial, entonces que se hagan curriculum a ciegas y entrevistas por escrito, seria lo mas justo.