Una bruja en el Congreso
Hola, soy Sara Soria, y en Mentes Despiertas comparto ideas y reflexiones para empoderarnos y combatir la desigualdad.
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Hoy te traigo dos polémicas de actualidad semanal, la primera me la han puesto en bandeja de plata porque tiene relación directísima con el email de la semana pasada.
Y la segunda tiene que ver con una campaña que han tenido que retirar porque madre mía cómo se les ha ido la pinza, cuando vi uno de los carteles me quedé patidifusa.
Ahora te cuento de qué va, vamos allá.
En el último email te hablé de las guerras entre mujeres y de por qué nos criticamos y qué hacer para dejar atrás esto de una vez por todas.
Hablé de la palabra BRUJA, de su significado peyorativo y de por qué es machista utilizarlo contra las mujeres. Lo puedes leer aquí.
Bien, pues esta semana en el Congreso, que es un auténtico circo pero también el reflejo de nuestra sociedad, un diputado ha insultado a otra diputada llamándola BRUJA.
Aquí lo que vengo a recalcar es que los insultos machistas están de absoluta actualidad y se pueden llegar a utilizar hasta en el mismísimo pleno del Congreso, ni más ni menos.
Todo fenomenal.
Y qué casualidad, el insulto se lo ha lanzado cuando la diputada estaba presentando una propuesta para multar a las personas que acosan a las mujeres cuando van a ejercer su derecho al aborto libremente a la entrada de las clínicas abortivas.
Los machistas no pueden soportar que seamos libres, y que ejerzamos nuestros derechos con libertad.
Hasta el punto de que no son capaces de guardar la compostura en el mismísimo Congreso de los Diputados.
Cuando escuchan a las mujeres hablar de libertad, se les hincha la vena de la sien, les entran sudores, se les revuelven las tripas, se ponen rojos de furia, y cuando no lo pueden soportar más, interrumpen y espetan:
¡¡¡¡BRUJAAAA!!!!
No me digas que no es cómico. Como siempre, me río por no llorar.
Ala, pues ánimo, ¿eh? A los machistas que echan espumarajos por la boca cuando nos escuchan hablar de libertades, que se preparen porque tienen brujas para rato.
Evidentemente no están en esta lista, pero desde aquí les aconsejo tener muy a mano la pastillita de la tensión, por si acaso.
Aunque en este caso el diputado es de ultraderecha, y su discurso reaccionario rezuma odio y misoginia, no te olvides nunca de que el machismo es transversal, y no entiende de izquierdas ni de derechas. Los machirulos de izquierda existen y son más difíciles de detectar porque como van de progres, no se pueden permitir ir de cara y sus estrategias son más retorcidas. ¡No bajes la guardia!
La culpa de la trata, de las mujeres
Por otro lado, esta semana el Ayuntamiento de Burgos ha sacado a la luz una campaña contra la prostitución y la trata de mujeres, que ha generado bastante revuelo, y la verdad es que no es para menos.
La campaña consta de 4 carteles, de los que han retirado dos por las críticas recibidas, aunque toda la campaña es un despropósito, ahora verás por qué.
Vamos con el primero:
¿Ves dónde está poniendo el foco el mensaje?
En las madres.
Ahora va a ser que las mujeres tenemos la culpa, también de la prostitución y la trata.
Y más allá de que resulte un disparate que culpabilice a las mujeres como cómplices, que son precisamente víctimas de este sistema de explotación, hay una segunda lectura, que no quiero que se te escape: ¿dónde está el padre? ¿al padre no lo culpabilizan? En fin.
Vamos con el segundo cartel, que han retirado también por las críticas:
Muestra a una mujer que contacta con chicas que luego acaban en una red de trata.
También responsabilizando y culpando a las mujeres, este cartel no muestra la realidad, porque la gran mayoría de los condenados por delitos de este tipo son hombres. Y a los datos me remito: según el Instituto Nacional de Estadística, de los 2.374 condenados en 2020 por delitos sexuales, 2.318 fueron hombres y 56 mujeres.
¿Y en el cartel de denuncia pones a una mujer? Ejem.
Y estos son los otros dos carteles, que no han retirado y están por las calles de Burgos:
En uno de ellos aparece un consumidor de videos de abuso sexual infantil, y en el otro un hombre que presencia una agresión a una mujer y no la denuncia.
Bueno.
En realidad en estos dos carteles se mezclan conceptos que no tienen que ver directamente con la prostitución y la trata: la explotación infantil y la violencia de género.
Pero ¿cuál es el verdadero problema de esta campaña?
Que no pone el foco en los responsables directos de la explotación y la esclavitud sexual, que son los proxenetas y los puteros.
Si los puteros se preocuparan de tener relaciones sexuales desde la igualdad en lugar de comprar sexo a mujeres empobrecidas, todo el sistema de explotación se vendría abajo.
Sin puteros no hay putas, no hay proxenetas, y no hay trata, así de sencillo.
Esta campaña promovida por el Ayuntamiento de Burgos ha sido una reedición de la que hicieron en 2019 en la que sí se puso el foco en los puteros.
Presentaba a tres supuestos clientes: Adrián, de 26 años, que cuando sale del trabajo frecuenta un club donde las mujeres son obligadas a prostituirse; Carlos, de 23, que los viernes paga por mantener sexo con mujeres que no sabe que están siendo explotadas por mafias, y Juan, de 28, que contrata prostitutas en sus fiestas para humillarlas y reírse con sus amigos.
Te dejo con el último de los carteles de esa campaña de hace dos años que nunca debieron reeditar, porque a veces cuando algo está bien, es mejor no tocarlo.
Un abrazo,
Sara
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